Docetaxel adyuvante para cáncer de mama con ganglios negativos de alto riesgo
Dr. Miguel Martín
Hospital Universitario Gregorio Marañón
¿Puede resumirnos brevemente el trabajo de investigación por el que ha sido premiado?
El objetivo del estudio GEICAM 9805/Target 0 era determinar la eficacia de añadir docetaxel (Taxotere®) a adriamicina y ciclofosfamida (TAC) en comparación a la pauta estándar con 5-fluorouracilo, adriamicina y ciclofosfamida (FAC) en mujeres con cáncer de mama sin afectación axilar. Los resultados han probado que la quimioterapia con docetaxel reduce en un 32% el riesgo de recaída tras la cirugía en mujeres con un tumor de mama detectado en fase precoz, cuando el cáncer aún no se ha extendido a los ganglios linfáticos (sin afectación axilar o ganglios negativos). De hecho, este estudio ha servido para establecer un nuevo estándar de tratamiento para el cáncer de mama en estadios iniciales.
Asimismo, nos ha aportado datos reales sobre las mujeres que hoy en día vemos en nuestras consultas. Gracias a las mamografías, cerca del 70% de los diagnósticos son en fase inicial, y, en estos casos, hemos confirmado la eficacia de este nuevo tratamiento, con el que conseguimos curar a más de un 6% adicional de pacientes, lo que en términos absolutos son unas 800 mujeres al año más que superan la enfermedad en España. Hasta hace poco tiempo estas pacientes se las consideraba erróneamente de “bajo riesgo”, por lo que no se investigaban nuevos tratamientos para ellas. Un concepto completamente equivocado y que ha llevado a un abordaje subóptimo de estos casos.
¿En qué medida contribuye este estudio a mejorar la salud de la población, el principal objetivo de la Fundación Pfizer?
Sin duda, el beneficio es enorme porque es el grupo de afectadas que más diagnosticamos a través de las campañas de screening con mamografía. A partir de ahora, contamos con un arma terapéutica más. Asimismo, supone un paso hacia adelante en la individualización del tratamiento de este tumor, ya que sólo administramos a las pacientes aquellos tratamientos que les van a producir un beneficio, evitando efectos secundarios de terapias innecesarias.
A nivel de población, no debemos olvidar que el cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres en todo el mundo y ésta es una muy buena noticia para toda la población femenina en general y para las afectadas en particular.
¿Qué ha supuesto para usted recibir este premio reconociendo su trabajo, por parte de la Fundación Pfizer?
Siempre es una satisfacción que se reconozcan los esfuerzos y la calidad de tu trabajo, pero en este caso es un trabajo colectivo, el de GEICAM, el cual es al mismo tiempo señal inequívoca del excelente nivel de investigación en nuestro país. No debemos olvidar que la investigación es clave para que se produzcan nuevos avances en la prevención, diagnóstico y tratamiento de cualquier enfermedad.
Por otra parte, teniendo en cuenta que una de cada 8 españolas sufrirá un cáncer de mama, concienciar a las mujeres de la importancia de participar en los ensayos clínicos en beneficio de las futuras pacientes es clave. Por lo que si nuestra labor se ve reconocida, también es un incentivo para animar a estas mujeres a que sigan colaborando con nosotros. Por todos estos motivos, desde GEICAM seguiremos trabajando y dedicando esfuerzos a lograr que todas las pacientes tengan en el futuro la mejor terapia.
¿De qué manera galardones como éste incentivan la investigación?
Agradecemos enormemente este premio de la Fundación Pfizer. Resulta muy estimulante recibir este tipo de reconocimientos, ya que para que podamos continuar con el trabajo que estamos realizando es fundamental contar con estas ayudas. Actualmente en GEICAM trabajamos más de 660 expertos. Formamos un equipo multidisciplinar al que sin duda premios como éste permiten afianzar aún más nuestra motivación y compromiso con la búsqueda de nuevos métodos diagnósticos y terapéuticos que mejoren el abordaje de este tumor y la calidad de vida de las pacientes. Este premio, en particular, nos va a permitir financiar el inicio de un estudio que se encontraba en punto muerto por falta de recursos.